domingo, 14 de junio de 2009

Ceremonia pública

Pasa como un péndulo. Va y viene, y cuando está enfrente, en un espacio ideal, me permite mirar bien al frente, definir una forma entre las sombras y masas.

El cristal que mecen debe tener un aumento de 4, es así que puedo ver definida la figura frente a mí.
Mueve un brazo, lo dirige hacia mí, veo que es un arma.
Sonrío y vuelvo a probar mi sangre.
Entiendo que se raspen mis muñecas con la soga, y que no pueda levantarme.
Entorno lentamente los ojos, uno más que otro.
Nadie es perfecto.
Y de pronto veo otra sombra, más fría.
Que me niega toda sombra.
Gracias por cubrirme los ojos con tus manos, por sentir ese otro cuerpo.

El resto se lo debo, ya puede disparar.

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